La respiración, además de ser
vital para nuestra supervivencia, trae múltiples beneficios que poco conocemos
para nuestro bienestar físico y emocional. Respirar es un acto inconsciente del
ser humano, pero respirar bien se convierte en todo un arte.
La mayoría de las personas respiran
de forma rápida y superficialmente, realizando una acción incompleta y desaprovechando una gran parte de la capacidad pulmonar. Los beneficios
que trae una buena respiración van desde favorecer la concentración, combatir
el insomnio, ayuda a recuperar la memoria, hasta favorece los procesos metabólicos
que influyen en el control de peso y el aumento de los niveles de energía.
La respiración se convierte en un
factor principal para neutralizar las emociones negativas. Cuando estemos con índices
alto de enojo, tristeza y ansiedad
respirar despacio y profundo ayuda a neutralizar estas emociones proporcionando claridad mental para la solución
del problema.
Existen muchos ejercicios de
respiración, pero uno de los más fáciles consiste en inhalar aire durante seis
segundos, aguantarlos dos segundos y espirar durante ocho segundo más. Realizar
esta serie, tres veces por la mañana, incrementará nuestro nivel de energía y
nos aportará sosiego y claridad mental.
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